Las pestañas son una parte esencial de nuestra mirada. También tienen su parte funcional: protegen al ojo de impurezas externas y filtran la luz del sol. Tener unas pestañas largas, densas y curvadas se ha convertido en el deseo de muchas personas porque le aportan a la mirada profundidad, magnetismo y sensualidad. Pero por encima de todo las pestañas hay que cuidarlas y nunca maltratarlas.
Desmaquilla siempre los ojos
Si utilizas máscara de pestañas o cualquier otro producto de maquillaje en los ojos, es fundamental desmaquillar siempre antes de acostarse. Hay que elegir un desmaquillante específico para los ojos y con ayuda de un disco o algodón limpiarlas de forma suave, sin restregar el ojo para no darlas las pestañas. Es mejor dejarlo unos segundos para que el maquillaje se ablande y después con un ligero masaje ir eliminando todos los restos.
Nutre e hidrata las pestañas
Unas pestañas más hidratadas y nutridas serán más fuertes y sanas y tendrán un mejor aspecto. Existen sérums específicos para las pestañas que se aplican cada noche y que incluso consiguen el efecto de alargan y darles grosor, favoreciendo su crecimiento. Hay que ser constante, escoger buenos productos y ser paciente, ya que los resultados son visibles después de semanas de tratamiento.
No abuses del rizador de pestañas
El rizador de pestañas es una buena herramienta para curvar las pestañas, pero hay que usarlo correctamente y sin abusar. Comprueba que está en buen estado, no aprietes excesivamente (porque se debilitarán) y no lo uses a diario.
Protégelas del sol
Los rayos UV podrían resecar tus pestañas y volverlas más quebradizas. Evita las largas exposiciones al sol y utiliza gafas de sol para proteger tanto las pestañas como todo el ojo.