“Queridos hermanos y hermanas, después del gran papa Juan Pablo II, los señores cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador en la viña del Señor”.
Con esas palabras, el mundo entero conoció a su santidad Benedicto XVI, quien se calificó a sí mismo como un simple trabajador de la viña del señor y que el pasada sábado, regresó a la casa del padre.
Josep Ratzinguer, el hombre tras la sotana papal, que en 2013 hizo historial al ser el primer vicario de cristo en renunciar al cargo por su avanzada edad y delicado estado de salud, después de más de 600 años de tradición.
Nació en 1927 y unió su vida a la iglesia desde muy joven y tras haber participado en los servicios militares aéreos de su natal Alemania, durante la segunda guerra mundial, algo por lo que su pasado “Nazi” fue criticado, incluso en la iglesia.
Fue ordenado sacerdote en 1951, Intervino como consultor del arzobispo de Colonia en el Concilio Vaticano II y en marzo de 1977 fue designado arzobispo de Munich y Freising, ese mismo año se convirtió en cardenal y hacía 1981, fue nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo antecedente, no es más que el santo oficio, por lo que Comenzó el pontificado con fama de inquisidor y de guardián de la ortodoxia más conservadora de la Iglesia católica.
En 2002 se convirtió en decano del colegio de Cardenales, periodo en el que Karol Wojtyla, con avanzada edad y problemas de salud, todavía llevaba las riendas de la iglesia.
Es precisamente tras el fallecimiento del sumo pontífice Juan Pablo Segundo en 2005, que el conclave en su segundo día, lo eligió como sucesor del anillo del pescador, convirtiéndose en el vicario de cristo número 265.
Aquel 19 de abril, tras los funerales de juan pablo, cerca de las 7 de la noche hora de roma, la fumata blanca anunciaba lo que todos ya esperaban, “el habemus papam” mismo que eligió por nombre, Benedicto XVI.
Durante los primeros años de su pontificado, tuvo que lidiar con graves problemas dentro de la misma iglesia de roma, en el que se hablaba de encubrimientos de pedofilia y violencia sexual y que antecesor había tratado de mantener oculto.
Así mismo, comenzaron pleitos económicos, en los cuales la iglesia estaba siendo blanco de críticas, al igual que la filtración de documentos, conocidos como vatileaks.
En 2012, México recibió la visita de sus santidad, entre el 23 y el 25 de marzo.
Misma que aunque breve, dejó en los mexicanos el nostálgico recuerdo de las visitas de Juan Pablo II, el auto denominado, papa mexicano.
Lo que nadie se imaginaría, es que apenas un año después, renunciaría al cargo, debido a su incapacidad de poder llevar las riendas de la iglesia, debido al deterioro de su salud.
Así esta renuncia de hizo efectiva 17 días más tarde, el 28 de febrero de aquel 2013, cuando la sede quedó vacante y partió hacía su retiro en castell Gandolfo y el monasterio Mater Eclesiae, donde vivió hasta sus últimos días.
Tras su retiro, llevó una vida tranquila en oración, reuniéndose incluso con el nuevo pontífice, el argentino Franciso I, hasta estas últimas semanas en que la oficina del vaticano informó la gravedad de su salud y fue precisamente el santo padre quien alertó a los fieles, cuando pidió una oración por Benedicto.
Así este sábado 31 de diciembre a los 95 años de edad, Ratzinguer emprendió el viaje hacía la morada eterna, dejando un gran legado espiritual.
Las exequias serán encabezadas por el obispo de roma, el papa francisco, siendo la primera vez en la historia que un pontífice celebra los funerales de otro.
La celebraciones serán sencillas tal como el instruyó y su cuerpo será enterrado en las criptas vaticanas el próximo 5 de enero, hasta el momento su cuerpo se dispuesto para que los fieles se despidan de él en la “Capilla ardiente” al interior de la basílica de San Pedro.
Fue vestido con la tradicional casulla roja, que corresponde a los papas, mitra sencilla, un rosario entre las manos y no lleva el palio que lo identifica como “autoridad de la iglesia”, al fallecer en carácter de “emérito”.
Descanse en paz, su santidad Benedicto XVI.