Esta cactácea, endémica de México, sobresale en el matorral xerófilo por su tamaño y su peculiar forma de candelabro.
Su nombre científico, Myrtillocactus geometrizans, alude a su estructura simétrica.
Sus pequeños frutos, semejantes a los arándanos, son muy gustados frescos, aunque son ampliamente utilizados en la gastronomía local en helados, aguas frescas, mermeladas, bebidas frescas y fermentadas.
Los frutos son en el verano alimento vital para insectos, aves y murciélagos de la región. Y al final del invierno, las flores del garambullo atraen a múltiples especies: abejas, avispas, abejorros, siendo indispensables para la polinización y la producción de los frutos.
En horticultura, el garambullo se usa actualmente como base de injerto para especies de cactus de lento crecimiento.
Otros usos fuera de la región comprenden la obtención de pigmentos naturales, forraje, leña, artesanías, flores como alimento y medicina tradicional.
Con información de Gabriel Chilac