El estudio sobre adicción al cánnabis fue realizado a más de un millón de pacientes de cuatro continentes.
Un estudio a gran escala, con datos de más de un millón de pacientes de cuatro continentes, ha constatado que existe predisposición genética hacia la adicción al cánnabis, y que quienes la padecen tienen más riesgo de sufrir cáncer de pulmón.
La idea de este estudio parte de que creemos que, a medida que aumenta la permisividad en torno al consumo de cánnabis, se hace necesario comprender los riesgos asociados al trastorno que provoca su adicción para poder desarrollar una farmacoterapia para abordarlo”, señaló uno de los autores del estudio.
Entre las consecuencias negativas para la salud conocidas hasta ahora de esta adicción a la mariguana, que desarrollan más de un tercio de las personas que la consumen, están el deterioro de la función cognitiva, además de implicaciones sociales como la disminución de la productividad y el riesgo de accidentes en estado de embriaguez.
El análisis genético a gran escala ha contado con datos de un millón 54 mil 365 individuos provenientes de Europa, África, Estados Unidos y Asia.
Los investigadores han identificado cientos de variantes de riesgo de desarrollar adicción, y su consecuente trastorno, a esta sustancia en 22 localizaciones cromosómicas diferentes.
El análisis y la comparación de resultados ha indicado, además, que existe una relación genética entre el trastorno por consumo de cánnabis y varios rasgos, como el inicio del tabaquismo y la dependencia del alcohol, tanto en poblaciones de ascendencia europea como africana.
El estudio también ha descubierto relaciones causales entre el consumo de cánnabis y la esquizofrenia.