A 213 años de distancia en que Miguel Hidalgo y Costilla se pronunciaba por la Independencia de México con el famoso “Grito de Dolores”, en el que se pretendía liberar a los indígenas del yugo extranjero, hoy México y en especial Chiapas vive una realidad que no dista mucho de lo que sucedía hasta antes de este pronunciamiento.
Y es que los indígenas de Chiapas siguen viviendo en la pobreza, marginación y desigualdad, y sus condiciones de superación se remiten en ir viviendo el día a día, con limitaciones en educación, salud, en el rubro social y económico.
El promotor cultural de la lengua indígena Mam, José Castañón Ramírez, señaló que los indígenas de esta lengua viven en total marginación, y que a través de la historia de Chiapas ellos al principio ocupaban las planicies, pero aún con la independencia de México, fueron desalojados y reubicados en la serranía, lo que ahora se conoce como zona alta.
Mencionó que el gobierno trae un discurso de atención a los pueblos indígenas y al rescate de su lengua, pero en la realidad es que no se aterriza un proyecto que permita sacar de la marginación a este sector de la población; por lo que los mismos indígenas se han preocupado por rescatar su cultura y su lengua, para evitar su desaparición.
Aunque no se tiene un registro en el cual se pueda determinar el número de indígenas que todavía hablan las lenguas autóctonas; si se ha logrado acercarse a los ancianos que se resisten a dejar esta cultura, aun cuando sus nuevas generaciones van perdiendo el interés por el rescate cultural.
Enfatizó que, en la Ley general de Pueblos Indígenas, se debe reconocer la atención a este sector tanto en su integración como sociedad, como la atención en los servicios básicos.
Puntualizó en que se debe atender cada una de las necesidades de estos pueblos, porque de nada sirve festejar con un grito la independencia si se vive sometido por la clase gobernante.