El presidente Andrés Manuel López Obrador ubicó a las agencias del gobierno de Estados Unidos como responsables de la campaña en su contra que pretende vincularlo al crimen organizado bajo el concepto “narcopresidente”; pero subrayó que no les ha funcionado, pues los niveles de aprobación a su mandato siguen altos.
“Me da muchísimo gusto, me llena de orgullo, que no les funcionó”, enfatizó esta mañana en su conferencia desde Palacio Nacional.
Para “tirar aceite” (frase que usa para referirse a presumir), el mandatario presentó dos encuestas recientes publicadas en sendos medios de comunicación.
“En un gobierno completamente infiltrado (el de Calderón) por la delincuencia, y entraron las armas, y sí, les llegaron a los delincuentes, nada mas que les quitaron los sensores, ya sabía los señores, y usaron las armas para cometer crímenes. ¿Y quiénes diseñaron ese operativo famoso rápido y furioso? Pues los de las agencias del extranjero, la DEA, y cuando se inicia una investigación sobre el caso, le dan carpetazo”.
Pero hoy, destacó, que en el país se da “un proceso de transformación, que llevamos muy buena relación con el gobierno de Estados Unidos, de cooperación, pero no de subordinación, están molestos; entonces, como tienen una amplia red las agencias en México y en todo el mundo, tienen infiltradísimo al periodismo, tienen hasta académicos informantes, no les gusta un gobernante procedente de Tepetitan (Tabasco), y echan a andar una campaña, con información de la DEA, información falsa, completamente inventada, porque ni son profesionales ni tienen escrúpulos morales de ninguna índole”.
Son cuatro meses de campaña negra, dijo, pero ésta no ha tenido impacto porque “son calumnias y no tienen sustento”.