Ambos bandos en la guerra han utilizado municiones de fabricación rusa y, desde el primer momento, las autoridades polacas pidieron cautela. No obstante, el embajador ruso en Polonia fue llamado a consultas para dar “explicaciones detalladas inmediatas” de lo ocurido.
El gobierno de Moscú negó tener algo que ver con el ataque. Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, le dijo a un grupo de reporteros desde Indonesia, donde participa en la cumbre del G20, que era “improbable” que la trayectoria de los misiles rusos hubiera impactado territorio polaco pero concluyó diciendo: “Veremos“.
La explosión en Polonia causó alarma y provocó la reunión del Consejo Nacional de Seguridad polaco para analizar la situación. Mientras, un grupo de líderes mundiales, incluyendo al presidente Biden, se reunió de emergencia en el marco del encuentro del G20 en Bali para discutir las implicaciones de lo ocurrido en Polonia.