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La experiencia de subirse a un Uber autónomo ya ha sido probada por un usuario de la plataforma.
Al inicio el turista que viajaba por la ciudad de Phoenix en Arizona, Estados Unidos detalla que su uber autónomo está casi llegando, pero admite tenerle miedo y desconfianza al vehículo en cuestión, ya que es la primera vez que viaja sin un piloto a cargo y lo sorprendido que está por dejar que un robot controle el viaje.
Contrario a lo que pudiera pensarse, después de dos cuadras, viajar en un vehículo autónomo es de lo más ordinario del mundo. Sin embargo, eso está lejos de ser algo negativo; hacer de la conducción autónoma lo más parecido a transitar en un auto conducido por un humano es uno de los objetivos que Uber se fijó cuando comenzó su programa de conducción autónoma hace un par de años.
Ese esfuerzo, al que la empresa ha dedicado cientos de millones de dólares, comienza a dar frutos y, si estás de visita en Phoenix y tienes un poco de suerte, es posible que puedas abordar en un Jaguar X-Space autónomo en circulación, y de paso ayudar a la startup más valiosa del mundo a ganar la carrera de los autos sin chofer.
Como se ve en el video, todo comienza, con la app de Uber, con la que el usuario solicita un viaje. Si hay algún vehículo disponible, el sistema lo despacha y un par de minutos después un Jaguar X-Space eléctrico recoge a su pasajero. En los asientos del piloto y el copiloto hay dos ingenieros de la compañía, el primero se mantiene al tanto de lo que ocurre en el camino y está siempre listo para intervenir en caso de que el sistema de conducción autónoma se deshabilite, mientras que el segundo monitorea en una computadora portátil la información generada por las decenas de sensores integrados en la camioneta.
“Sorprendentemente, en algunas ocasiones la reacción de la gente después del viaje es ‘ok, eso fue aburrido’, y esa es justo la reacción que busca la compañía, que sea un viaje común y corriente”.
Al solicitar el viaje, los pasajeros son informados de que viajarán en un vehículo autónomo y tienen la posibilidad de declinarlo, pero la gran mayoría ha mostrado interés en vivir esa experiencia.