Un padre avergonzado por la actitud de su hijo, que fue detenido por el delito de robo, llegó hasta el lugar con una tabla en la mano para darle una lección. “Trabaja”, le gritó al joven malandro que se encontraba esposado y en el suelo.
La policía lo había detenido y sometido tras ser señalado de haber robado a una abuelita.
“Trabaja”, le repetía el padre enfurecido mientras le daba de tablazos.