El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, fue declarado culpable ayer, de cometer cinco delitos, cuatro de ellos relacionados con el crimen organizado durante su ejercicio como funcionario federal en México.
Será hasta el próximo 27 de junio a las 11:00 de la mañana cuando el juez encargado del caso, Brian Cogan, dé a conocer la pena a la que será sometido, quien hasta la fecha es el exfuncionario mexicano de más alto rango en ser sentenciado en Estados Unidos.
Aunque serán más de tres meses con los que el juzgador contará para emitir la resolución final en este caso, tan sólo cuatro de los cinco cargos de los que fue declarado culpable García Luna ascienden a una pena mínima de 10 años, por lo que este sería el menor tiempo al que aspira pasar en la cárcel, mientras que el máximo se extiende hasta cadena perpetua.
El fallo en contra del encargado de la política de seguridad y mano derecha del expresidente Felipe Calderón se dio luego de tres días de deliberaciones por parte del jurado y a un mes de que inició el juicio en la Corte del Distrito Este de Nueva York por su apoyo al Cártel de Sinaloa.
Antes de conocer el sentido de la resolución, el jurado compuesto por cinco hombres y siete mujeres sesionó ayer durante seis horas en las que pidieron revisar las declaraciones de Jesús El Rey Zambada, hermano de Ismael El Mayo Zambada, líder y fundador del Cártel.
El Rey fue considerado por la Fiscalía de Estados Unidos como un testigo clave en el caso en contra del exfuncionario y fue el único que de manera directa aseguró haber pagado al menos cinco millones de dólares en sobornos a García Luna.
Después de la revisión y de la pausa para su hora de comida, el jurado declaró culpable a García Luna de conspiración para la distribución y comercialización de cocaína, falsedad de declaraciones y de participar en la operación de una empresa criminal con la que ayudó al crimen organizado incluso después de ser funcionario.
Aunque de momento se desconoce la sentencia a la que será sujeto en los Estados Unidos, las autoridades estadounidenses sostuvieron que el exfuncionario “vivirá el resto de sus días siendo conocido como un traidor de su país”.
“Inconcebible que el defendido traicionó su deber como Secretario de Seguridad Pública por codicia, aceptando millones de dólares en sobornos con, dinero manchado por las guerras de los cárteles y los enfrentamientos relacionados con las drogas en las calles de Estados Unidos y México, a cambio de proteger a los asesinos y traficantes que él, solemnemente, juró investigar”, criticó el Departamento de Justicia.
Al salir de la Corte, el abogado defensor César de Castro se mostró decepcionado y pidió respeto para la familia del exfuncionario debido a que era una resolución que no esperaban.