La industria automotriz mexicana no verá una recuperación de ventas internas a niveles previos a la pandemia hasta 2025, estimó Armando Soto, presidente y director de Kaso y Asociados.
La recesión económica que se espera para el próximo año y las altas tasas de interés que se mantendrán debido a la elevada inflación, son las principales razones que desincentivarán la compra de unidades nuevas por parte de los consumidores nacionales, dijo el especialista durante el Foro Automotor AMDA 2022.
Datos del Inegi señalan que la colocación de autos compactos nuevos en el país lleva cinco meses de incrementos anuales hasta septiembre, sin embargo, Soto apuntó que las proyecciones de ventas de vehículos se han reducido, en gran medida por la falta de inventario atribuido a interrupciones en la cadena de suministro, primero por la pandemia y posteriormente por la guerra en Ucrania.
Previo al conflicto en Europa Orientas, dijo, la industria tenía un pronóstico de ventas internas de un millón 134 mil unidades para 2022, pero con los problemas globales y sus afectaciones en las cadenas la proyección se redujo a un millón 69 mil autos.
Soto indicó que con esto el mercado crecerá 5.4 por ciento respecto al año pasado, y para 2023 se espera que hay un incremento aún mayor, de nueve por ciento, posteriormente se verán aumentos más modestos, esto, dijo, si la economía no entra en una recesión y solo padece una desaceleración.