Los casos de malaria y su mortandad permanecieron estables durante 2021, pese a que el impacto del Covid-19 ha afectado en general en muchos aspectos de nuestra salud.
La Organización Mundial de la Salud calcula que en 2020 se produjeron 619 mil muertes por malaria en todo el mundo, frente a las 625 mil del primer año de la pandemia y las 568 mil de 2019, antes de la llegada del virus.
Aunque los casos siguieron aumentando entre 2020 y 2021, el ritmo fue más lento que entre 2019 y 2020. El recuento mundial de casos de malaria alcanzó los 247 millones en 2021, frente a los 245 millones de 2020 y los 232 millones de 2019.
El director general de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Tedros Adhanom, señala que favorablemente se han mitigado los riesgos al aumentar la resiliencia y se ha acelerado la investigación para soñar con un futuro sin paludismo.
Asimismo, destacó que, en 2020 se distribuyeron más mosquiteros tratados con insecticida que en cualquier otro año registrado, por lo que recalcó que estas redes son la principal defensa en la mayoría de los países donde la malaria es endémica.
Por su parte, durante el 2021 la distribución de los mosquiteros continuó siendo sólida en general, y similar a los niveles prepandémicos.
Sin embargo, Benín, Eritrea, Indonesia, Nigeria, Islas Salomón, Tailandia, Uganda y Vanuatu distribuyeron menos del 60 por ciento de sus mosquiteros tratados con insecticida, y Botsuana, República Centroafricana, Chad, Haití, India, Pakistán y Sierra Leona no dispensaron ninguno.
En 2021, la prevención estacional de la malaria, una intervención muy eficaz basada en las comunidades, llegó a casi 45 millones de niños en 15 países africanos, lo que supuso un aumento sustancial respecto a los 33,4 millones de 2020 y los 22,1 millones de 2019.
Y a pesar de los desafíos logísticos y de la cadena de suministro durante el Covid-19, en 2020 se distribuyó entre los centros de salud un número récord de pruebas de diagnóstico rápido de la malaria.
A pesar de los éxitos en la contención de la enfermedad, los retos continúan, especialmente en África, que soportó cerca del 95 por ciento de los casos y el 96 por ciento de las muertes en todo el mundo en 2021.
Las perturbaciones durante la pandemia y las crisis humanitarias convergentes, los desafíos del sistema de salud, la financiación restringida, el aumento de las amenazas biológicas y la disminución de la eficacia de las herramientas básicas de reducción de enfermedades, amenazaron la respuesta mundial.