EFE
Las autoridades marroquíes y equipos de salvamento de países como España o Reino Unido aceleran las labores de rescate y socorro cinco días después del terremoto, alojando a los habitantes de los pueblos afectados en tiendas ante las previsiones de lluvias y las continuas réplicas sísmicas, que podrían dificultar esas tareas.
Los habitantes de muchos de los pueblos damnificados, que tienen más de la mitad de sus casas completamente destrozadas, ya no duermen al aire libre. En Amizmiz, el Ejército marroquí reubicó ayer a unas mil personas. Este miércoles se prevé que se reubique a mil 500 personas más y un número similar en una tercera fase.
El Ejército marroquí continuó con las tareas de distribución de alimentos y ayudas en las zonas más damnificadas y tras varios gritos llamando a la calma, la situación volvió a una tranquilidad relativa. Los equipos de emergencia español y británico recomendaron abandonar la zona y advirtieron de que una parte de la montaña podría desprenderse.