Haití amaneció con la esperanza de ir dejando atrás su grave crisis política, humanitaria y de inseguridad, horas después de que el cuestionado primer ministro, Ariel Henry, aceptara dejar el poder a un gobierno de transición en el empobrecido país caribeño.
En un video grabado en criollo haitiano, el dirigente indicó que aceptaba “la instauración de un consejo presidencial de transición” y señaló que seguiría “tramitando los asuntos corrientes hasta el nombramiento de un primer ministro y un gobierno”.
La noticia la adelantó Irfaan Ali, presidente de Guyana y líder temporal de la Comunidad del Caribe (Caricom).
El grupo regional celebró en Jamaica una reunión urgente para abordar la crisis en Haití, en la que participaron representantes de varias potencias extranjeras, entre ellas Estados Unidos.