El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anunció de manera sorpresiva que analiza su posible renuncia, y calificó de falsas las acusaciones de tráfico de influencias y corrupción por las que la justicia decidió investigar a su esposa, Begoña Gómez, tras una demanda presentada por la organización Manos Limpias, que se ha caracterizado por entablar querellas principalmente por causas de la derecha.
La investigación preliminar sobre Begoña Gómez por sospechas de tráfico de influencias y corrupción fue abierta el 16 de abril, tras la denuncia de Manos Limpias, colectivo cercano a la extrema derecha, anunció ayer el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Sánchez, de 52 años, relegido por el Parlamento en noviembre pasado, informó que el próximo lunes dará a conocer su decisión.
El presidente del gobierno español rechazó la denuncia que, a su juicio, está basada en hechos inexistentes.