Los agricultores españoles expresaron todo su malestar y descontento ante la sede del ministerio de Agricultura del gobierno español, situado en pleno centro de Madrid y donde se vieron circular por las calles centenares de tractores, camiones con material de trabajo agrícola y hasta algunos animales de campo.
Su entrada a la capital española dejó en claro que no acabarán con sus movilizaciones hasta que no se atiendan sus demandas, que van desde la regulación de las ayudas por las secuelas de la sequía hasta modificaciones de calado en la normativa europea y en tratados internacionales con terceros países.
Desde cinco columnas, procedentes de distintos puntos del país, entraron a la ciudad centenares de tractores y vehículos de agricultores indignados ante lo que ellos llaman “sistemática ninguneo” e “insultos” por parte del Ejecutivo español, presidido por el socialista Pedro Sánchez.