Ainer González | Diario de Chiapas
En Chiapas, 14 de cada 100 personas de 15 años y más, no saben leer ni escribir, siendo este uno de los mayores problemas y retos del sistema estatal educativo.
Sin embargo, docentes, investigadores y especialistas en educación consideran que, con estrategias de enseñanza -modernas- se puede construir un verdadero sistema donde el alumno se apropie de conocimientos.
Esta apropiación de conocimientos, señala Javier Iván Ramos Villanueva, docente de la Escuela Primaria “Juan Benavides” de Tuxtla Gutiérrez, debe estar acompañada de motivación, esto como recurso que facilite la participación de los alumnos y profesores en el proceso de aprendizaje- enseñanza, de la actividad cognitiva y de la afectividad de cada uno.
Y es que, desde la pedagogía tradicional, rígida y monótona, señala que se dificulta el aprendizaje de las y los niños, por lo que es necesario generar estrategias para crear cambios, encontrando alternativas de solución para la construcción de conocimiento.
“Yo creo que es una forma de motivar al alumno… yo veo más la motivación del niño y le da más por aprender, entonces yo creo que es algo que no se debe de perder, que siempre la Secretaría organice este tipo de olimpiadas, este tipo de eventos donde el niño explote la habilidad que tiene, sea artística o diferentes actividades”, expuso el profesor.
Por ello, destaca que realizar actividades creativas diferentes y no rutinarias, motiva a las y los niños hasta el grado de lograr un aprendizaje rápido, eficaz y divertido como se puede constatar en bailables, olimpiadas y ferias de conocimiento.
De acuerdo con investigadoras como Shirley Poveda Aguillón, consideran que la motivación escolar no es una técnica o método de enseñanza particular, sino un factor cognitivo presente en todo acto de aprendizaje. La motivación condiciona la forma de pensar del alumno y con ello el tipo de aprendizaje resultante.
En este sentido, la investigadora plantea que para desarrollar el pensamiento es necesaria la inclusión de la creatividad en donde el alumno labore un pensamiento productivo, es decir, que resuelva problemas, que se permita la libertad de expresión sin preocupación por las respuestas correctas, que use sus talentos y habilidades singulares, que recurra a su propia experiencia, que cree significados nuevos a partir de los antiguos, que reordene el material por su cuenta, que descubra las relaciones nuevas entre los hechos y las ideas, que programe actividades que le permitan formar nuevos modelos y que le guste lo desconocido.
Dentro de este contexto, uno de los problemas que en el mediano y largo plazo obliga a las comunidades académicas locales y nacionales a encauzar su atención y estudio, es precisamente en revindicar las condiciones escolares de Chiapas, ya que organismos como la Unesco y Coneval, observan dentro de este tema una grave situación de alerta, ya que es la entidad con menor escolaridad media registrada, es decir, que el promedio de escolaridad de la población de 15 años y más de edad es de 7.8, lo que equivale a casi el segundo año de secundaria.