Ramón García | Cuarto Poder
El complejo fenómeno migrante en esta frontera sur de México sigue siendo tema controvertido, pues cientos de extranjeros ingresan diariamente a territorio nacional por el río Suchiate con la esperanza de paso libre hacia la frontera con Estados Unidos, sin embargo, tienen que enfrentar trámites administrativos para trasladarse a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, donde realizan la documentación respectiva, mientras otros, que tienen recursos, buscan los servicios de traficantes.
Los migrantes sin recursos señalan falta de atención del personal del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes condicionan a realizar largas filas de espera para que puedan ser llamados y posteriormente trasladados a la capital chiapaneca; en tanto esto ocurre, los migrantes se amontonan y comparten —en algunos casos— lo poco que tienen; pero la mayoría se refugia en la mendicidad y duermen en banquetas, espacios públicos e incluso a la misma orilla del río Suchiate.
Respecto a los migrantes que han acampado a la ribera del afluente, donde presuntamente serán organizados por los agentes del INM para regularizar su estancia en México y de ahí continuar con su camino “de forma ordenada y segura”, muchos consideran que salir en caravana es una opción ante la falta de dinero.