Alteraciones en los procesos de memoria y aprendizaje, con cambios cerebrales, tanto a nivel funcional como estructural, y con diferencias del daño, son solo algunos de los tantos padecimientos que se pueden obtener con el uso excesivo de bebidas alcohólicas en la adolescencia.
Se estima que más del 76 % de los adolescentes han consumido alcohol alguna vez en su vida y casi un 28 % se han emborrachado en el último mes.
Aunque las cifras de adolescentes con problemas de alcoholismo pueden ser realmente alarmantes, existen muchas señales a las que los padres deben estar alerta, aquí te muestro algunas:
1. Lo habitual es que los adolescentes beban el fin de semana: viernes y sábado, una vez terminadas las actividades académicas.
2. Signos fisiológicos: el aliento huele alcohol o a tabaco, también la ropa; pupilas contraidas; irritación en los ojos; enrojecimiento en la cara.
3. Señales emocionales: se encuentra más irritable de lo habitual, se enfada con facilidad y más frecuencia, se aísla del resto de la familia…
4. Cambios de comportamiento: alteraciones de sueño, se relaciona con otro tipo de colectivo, llegar tarde a casa, hablan más de lo que es habitual en él o en ella, muestra actitud explosiva.
A veces serán signos típicos de la adolescencia, pero otras veces serán señales que adviertan de que algo está ocurriendo, en cualquier circunstancia busca la ayuda de un especialista, recuerda que siempre existe una solución.