La sonda espacial Voyager 1 ha estado enviando mensajes inusuales al centro de control en la Tierra desde finales del año pasado, lo que ha llevado a los científicos de la NASA a realizar esfuerzos para abordar este problema, aunque hasta el momento no han tenido éxito.
Según Suzanne Dodd, una investigadora del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, la sonda ha dejado de comunicarse de manera coherente, lo que ella considera como un problema grave. Stella Ocker, una astrónoma del Instituto Tecnológico de California (Caltech), mencionó que ella y sus colegas no han recibido datos científicos desde que comenzó esta anomalía, lo que significa que desconocen el entorno en el que se encuentra la nave espacial.
La posible pérdida de la Voyager 1, lanzada en 1977, podría poner fin a años de investigación científica, ya que ha realizado diversos descubrimientos durante su tiempo operativo, como la gran mancha roja de Júpiter, los anillos de Saturno y las numerosas lunas de ambos planetas. Dodd afirmó que sería una gran pérdida desde el punto de vista científico.
Un portavoz del Laboratorio de Propulsión a Chorro explicó que los especialistas continúan recopilando información y elaborando planes para comprender la causa subyacente del problema y tratar de resolverlo. Sin embargo, se enfrentan a un gran desafío debido a la antigua tecnología con la que fue construida la sonda.