La Marimba es un instrumento de percusión idiófono de grandes dimensiones, conformado por láminas de madera dispuestas de acuerdo a su orden de tamaño, de mayor a menor, que tienen una altura de sonido diferente. Estas son golpeadas con mazas para generar sonidos musicales. Cada tecla posee su propia caja de resonancia.
Este instrumento musical surgió como una fusión de diversos elementos culturales provenientes de África, Europa y América, entre los años 1492 y 1680: se agruparon tablillas de manera sucesiva para percutirlas, con una escala de 12 tonos asociado a cada tablilla. Se utilizaba en su fabricación madera de hormigo, proveniente del continente americano.
Posteriormente, las marimbas se fabricaron con doble teclado y con capacidad para producir escalas cromáticas, para la ejecución simultánea por parte de varios músicos. A finales del siglo XIX Sebastián Hurtado y Julián Paniagua diseñaron en Quetzaltenango la primera marimba, de doble teclado o cromática.
El término Marimba proviene del bantú marimba o malimba, conformado por “ma” que significa muchos y “rimba” que quiere decir xilófono de barra única.
Los ritmos de la marimba persisten ante los embates de dispositivos tecnológicos musicales que, en los últimos años han escalado lugares en la preferencia de las personas que organizan convivencias familiares, sin embargo, queda en los adultos mantener la riqueza cultural que distingue a Chiapas.
Las agrupaciones intentan revivir la música de la marimba ya que actualmente muchas personas se han inclinado por poner bocinas, montar un dispositivo y poner canciones de secuencia interminable.
A diferencia de quien ameniza una fiesta o convivencia con un DJ, o algún tipo de instrumento automatizado, la marimba siempre representará los gustos de antaño, con música en vivo, tocando al gusto del público, que puede ser desde un vals, una tropical, música de banda, rancheras y hasta rock and roll.
Desafortunadamente, la sociedad no ha valorado lo que representan las marimbas y muchas de ellas se han destinado a ir por las calles, ganándose unos pesos de la generosidad de la gente que le gusta este instrumento.