Para minimizar el riesgo de infección, los países deben aumentar la conciencia pública sobre la importancia de evitar el contacto con entornos de alto riesgo, como mercados/granjas de animales vivos, aves de corral vivas o superficies que puedan estar contaminadas con aves o heces de aves. Además, se recomienda mantener una buena higiene de manos lavándoselas con frecuencia o usando desinfectante para manos a base de alcohol y usando protección respiratoria cuando se encuentre en un entorno de riesgo.
Dado el alcance y la frecuencia observados de los casos de gripe aviar en aves silvestres y algunos mamíferos silvestres, el público debe evitar el contacto con animales que estén enfermos o muertos por causas desconocidas y debe informar la ocurrencia a las autoridades.
Las personas que viajen a países con brotes conocidos de gripe animal deben evitar las granjas, el contacto con animales en los mercados de animales vivos, ingresar a áreas donde se puedan sacrificar animales o el contacto con cualquier superficie que parezca estar contaminada con heces de animales u otros fluidos corporales. Los viajeros también deben lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón y seguir buenas prácticas de seguridad alimentaria e higiene alimentaria.
La OMS desaconseja la aplicación de restricciones comerciales o de viaje según la información disponible en este momento. No obstante, para prevenir una mutación viral que podría facilitar la transmisión de persona a persona, se ha recomendado a los trabajadores avícolas que se vacunen contra la influenza estacional.
Si se confirma o sospecha una infección humana con un nuevo virus de gripe que tiene potencial pandémico, como la gripe aviar, incluso antes de recibir resultados de laboratorio confirmatorios, se debe iniciar de inmediato el rastreo de contactos. Se debe realizar una investigación epidemiológica exhaustiva, que incluya antecedentes de viajes y exposición a animales.
La investigación también debe incluir la identificación temprana de grupos inusuales de enfermedades respiratorias que podrían indicar la transmisión del nuevo virus de persona a persona. Las muestras clínicas recolectadas en el momento y el lugar en que ocurrió el caso deben analizarse y luego enviarse a un Centro Colaborador de la OMS para una caracterización adicional.
Un análisis minucioso de la situación epidemiológica, una mayor caracterización de los virus más recientes encontrados en humanos y aves de corral, y las investigaciones serológicas son fundamentales para evaluar el riesgo y ajustar las medidas de gestión del riesgo de manera oportuna.