Francia se convirtió en el primer país en inscribir la “libertad garantizada” a abortar en su Constitución, una histórica decisión a contracorriente que buscar abrir “una era de esperanza” en el mundo tras varios reveses.
Por 780 votos a favor y 72 en contra, los legisladores adoptaron sin sorpresa esta reforma constitucional durante un Congreso extraordinario de ambas cámaras en el Palacio de Versalles, al oeste de París.
La ceremonia final de inscripción del aborto en la Constitución tendrá lugar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, anunció el presidente Emmanuel Macron, que celebró “un orgullo francés, mensaje universal”.
Casi medio siglo después de su despenalización en Francia, existe un amplio apoyo social, pero la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 2022 de dejar de reconocerlo como un derecho a nivel federal activó las alarmas.