En vísperas de la celebración a Santa María de Candelaria, con la colocación de alfombras, la violencia ha recrudecido en el municipio de Tuxtla Chico, el hallazgo del cuerpo de un hombre con indicios de haber sido baleado en el camino hacia la comunidad Guillén, generó movilización policial y alerta entre lugareños. Horas antes, comités vecinales difundieron información acerca de los violentos asaltos y hechos que se generan en el acceso a la cabecera municipal, a la altura del kilómetro 12, donde convergen escuelas y oficinas públicas y privadas, sin que hasta ahora el ayuntamiento realice tareas de vigilancia por la denuncia de afectados. Según el relato de vecinos vigilantes, el pasado 13 de enero dls mujeres a bordo de un vehículo particular fueron emboscadas y una de ellas murió sobre este sector, enfrente de las instalaciones de Diconsa.
Apenas el pasado 29 de enero, otras dos muñeres que viajaban en un automóvil fueron alcanzadas por sujetos a bordo de una motocicleta, los cuales exigían a las féminas que detuvieran su marcha. Para fortuna de ambas, pudieron ingresar rápidamente a un fraccionamiento y dieron la voz de alerta, lo que propició que los hombres que llevaban armas de fuego se fugaran. Mientras todo esto ocurre, el alcalde con licencia, Julio Gamboa Altuzar, se promociona con la propia plataforma de la feria para reelegirse en los próximos comicios.
Desde antes de dejar el cargo, la inseguridad en el municipio se acrecentaba sin interés por parte del alcalde, que está más esmerado por dar continuidad a lo que los tuxtlachiquenses ha denominado como el trienio de la muerte, a consecuencia de los constantes homicidios que se suscitan en esta localidad.