El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que “el uso insostenible del agua, la contaminación y el calentamiento global descontrolado están drenando la sangre vital de la humanidad, gota a gota”. Mediante el informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo, el organismo resaltó que “la humanidad se dirige ciega hacia un camino peligroso”.
En la actualidad la ONU estima que son entre 2.000 y 3.000 millones de personas las que se enfrentan a la escasez del líquido vital a nivel mundial, por lo que se pidió a los países hacer frente a la problemática mediante la cooperación internacional ya que se teme que cada vez está más cerca un “riesgo inminente de una crisis mundial”.
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, expresó que “es urgente establecer mecanismos internacionales sólidos para evitar que la crisis mundial del agua se descontrole. El agua es nuestro futuro común y es esencial actuar juntos para compartirla equitativamente y gestionarla de forma sostenible”.
Gibert Hougbo, presidente de la ONU-Agua, lamentó que “hay mucho por hacer y el tiempo no está de nuestra parte”. Cabe mencionar que un factor preocupante en el mundo es que 2.000 millones de personas beben agua contaminada por excrementos, que corren el riesgo de padecer cólera, la disentería, el tifus y la polio.
También se abordó el incremento de fenómenos meteorológicos extremos a consecuencia del cambio climático, afirmando que “de 2000 a 2019 las inundaciones causaron pérdidas económicas por un valor de 650.000 millones de dólares estadounidenses, afectaron a 1.650 millones de personas y provocaron más de 100.000 muertes. En ese mismo espacio de tiempo, las sequías afectaron a 1.430 millones de personas y se estima que las pérdidas que generaron ascienden a casi 130.000 millones”.