La película The Whale es una de las grandes candidatas en la temporada de premios del cine de este año. También ha sido destacada por relanzar la carrera de su actor protagonista, Brendan Fraser.
Pero además de los agradecimientos por las ovaciones, su director, Darren Aronofsky, y el propio Fraser se han visto obligados a defenderla ante las crecientes críticas que señalan que enmascara “gordofobia”.
La historia presenta a Charlie, un profesor gay con obesidad mórbida que, además de enfrentar problemas de salud que amenazan su vida y los estigmas sociales por su condición, busca restablecer su relación con su hija.
Se trata de la adaptación de una historia de Samuel D. Hunter, que además es el guionista de The Whale (titulada “La ballena” en algunos países hispanohablantes).
“Si pudiéramos abandonar el prejuicio contra aquellos que viven con obesidad sería un paso en la dirección correcta”, señala Fraser.
“A menudo perdemos de vista que son seres humanos con pensamientos y sentimientos, y corazones y familias. Y es una historia que se desarrolla a puertas cerradas”, añade.
El actor de 54 años, que estuvo apartado de las pantallas durante casi una década, también señala que en muchas ocasiones los trastornos de la alimentación inician por problemas afectivos a temprana edad.
“Ser hirientes unos con otros con lo que decimos causa problemas de salud en la vida real. Y parece que, de manera bastante simple, podemos hacer algo para cambiar eso”, considera.
La película recibió una gran ovación al ser presentada en el Festival de Cine de Venecia, donde Aronofsky fue premiado.
Fraser también ganó el Critics Choice Awards a mejor actor y ambos están en la disputa por ser nominados al Oscar.
Un aspecto criticado es el tipo de recursos fílmicos que usó el director.
Por ejemplo, cuando Charlie come, los sonidos de su forma de masticar son muy notables.
Eso, y los enfoques dramáticos a sus movimientos lentos, son señalados como un refuerzo de los estereotipos en torno a las personas con sobrepeso.
Para la escritora Roxane Gay, The Whale termina mostrándose como “una película inhumana sobre un ser muy humano”, según escribió en una crítica en el diario The New York Times.
Fraser, por el contrario, enfatiza que su interpretación fue hecha con respeto: “Esta es la historia de un hombre. No es representativa de todos los que viven con un cuerpo como el de Charlie“, se defendió.
En un sentido similar, Aronofsky ha buscado reenfocar el debate en la historia personal de Charlie y los problemas a los que se enfrenta.
“Esta película muestra que, como todo el mundo, todos somos humanos y que todos somos buenos, malos, defectuosos, esperanzados, alegres y tristes, y que hay diferentes colores dentro de nosotros”, subrayó al diario Los Angeles Times.