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Una niña de tres años se montó en un juguete inflable en las aguas del Golfo de Corinto, en Grecia, el viento los arrastró a ambos antes de que los padres pudieran reaccionar.
En unos instantes quedó en alta mar, sola y a la deriva, aferrándose a la pequeña cabeza blanca del unicornio.
Afortunadamente pudo ser rescatada el pasado domingo por un ferry de pasajeros que la encontró tras responder a una alerta de las autoridades costeras.
El capitán dirigió el barco hacia donde estaba la niña y detalló el momento: “La pequeña se encontraba en estado de shock. Estaba bien agarrada al salvavidas y no se movía. Poco después de que la rescatáramos, comenzó a llorar”.
La niña fue llevada al puerto de Antirrio, donde la esperaban sus padres.
La guardia costera ha alertado sobre el peligro que representa el uso de este tipo de juguetes inflables, ya que es fácil que la corriente los arrastre.