– Bomberos aseguraron que se trató de un incendio
Elizabeth Ibal
El fantasma de las explosiones del 22 de abril de 1992 despertó, luego de que comenzara a salir humo de siete alcantarillas en la confluencia de Río Blanco y Parres Arias.
Al sitio llegaron elementos de Protección Civil y Bomberos de Zapopan, quienes se vieron obligados a cerrar ese cruce hasta camino a Bosques de San Isidro.
“Al arribo de nuestra primera unidad, nos informa que son siete pozos de visita de emanación de humo, los cuales al realizar la revisión se dan cuenta que es una acumulación de basura en los canales que desemboca en las redes de drenaje”, dijo Miguel Macías, supervisor operativo de Bomberos de Zapopan.
Esa corporación señaló que se trató de un incendio en una boca de tormenta en donde había llantas, plástico y basura, por lo que el humo comenzó a salir por las alcantarillas.
“El fuego se da por acumulación de basura personas en situación de calle lo utilizan muchas veces para obtención de cobre o muchas veces para calentarse y un descuido hace que el incendio o el fuego se propague en este caso el fuego se propagó al interior del ducto de precipitación pluvial causándole daños ya que este es de PVC. No hubo en ningún momento riesgo de explosividad, hubo gran molestia y los olores a a hidrocarburo que comenta el compañero son porque la acumulación era de plásticos, basura, llantas”, comentó.
Se informó que no había riesgo para la población y se descartó que se hayan evacuado a personas en la zona, sin embargo hubo vecinos que lo hicieron por cuenta propia como medida preventiva.