En las calles de Oaxaca, se puede encontrar a Sergio Hernández López, un comerciante dedicado a la elaboración y venta de balones de hule al estilo mexicano. Con más de medio siglo de experiencia en el oficio, Sergio ha mantenido viva la tradición de estos peculiares juguetes que han entretenido a generaciones enteras de niños mexicanos.
Los balones de hule, también conocidos como “balconcitos”, son juguetes simples pero queridos por su capacidad de proporcionar horas de diversión a niños y niñas de todas las edades. El proceso de fabricación es igualmente sencillo pero requiere habilidad y destreza manual. Se trata de un hule cocido, en cuyo interior se inserta un globo, al cual se le añade una liga elástica para brindar el característico rebote de la pelota.
Según Sergio, cada balón mexicano lleva aproximadamente 5 minutos de elaboración, lo que refleja el cuidado y la atención dedicados a cada pieza. Este juguete 100% mexicano no solo es una fuente de entretenimiento para los niños, sino también un símbolo de la artesanía y la creatividad mexicana.
Para Sergio Hernández López, la fabricación de estos balones no solo es un medio de vida, sino también una forma de preservar una tradición querida por muchas generaciones.