La tremofobia es el nombre que recibe el miedo a los sismos, se caracteriza por alterar los estados de ansiedad y presentar un temor persistente al excesivo e irracional movimiento telúrico.
Con la llegada del mes de septiembre y por los antecedentes en México del 19 de septiembre de 1985 y del 2017, te contaremos cuales son los tipos de estrés qué se pueden padecer durante ese momento de pánico y qué hacer ante ello. Sin embargo, el miedo ante un terremoto es una reacción psicológica que se produce ante un riesgo o amenaza de un suceso que no se puede controlar.
Las personas que tienen sentimientos de angustia, ansiedad, estrés, pensamientos recurrentes, alteraciones del sueño o perdida de apetito se les puede reflejar con las sensaciones corporales o reacciones fisiológicas como aumento de la presión cardíaca, sudoración, baja temperatura corporal, temblores y tensión muscular, a corto mediano o largo plazo.
De acuerdo a Flor Gil Bernal, especialista del departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana existen diversos tipos de respuestas después de un sismo, por ejemplo:
- Estrés, se supera casi de inmediato.
- Estrés agudo, disminuye la atención, se presenta amnesia momentánea, desorientación, temblores, inquietud y agresividad. Dura unas horas o incluso hasta cuatro semanas.
- Estrés postraumático, presenta los mismos síntomas durante un mes después de los hechos.
- Estrés postraumático agudo, la persona presenta pensamientos recurrentes desagradables, sudoración de manos, taquicardia, opresión en pecho y mareos. Además, limita que la persona pueda trabajar, estudiar o realizar sus actividades eventuales, incluso después de un mes del evento.
En los casos de tremofobia, las autoridades aseguran que los síntomas de pánico severo o ansiedad desmedida pueden durar hasta seis meses, inclusive puede incapacitar a la persona ocasionando cambios de conducta, menor voluntad para realizar las cosas, menor energía, tiende a aislarse, se irrita con facilidad y sus relaciones sociales se ven considerablemente afectadas.
Ante un sismo, los psicólogos sugieren tomar las siguientes medidas:
- Asumir que se tiene miedo, reconocer que es una emoción natural que surge por un factor externo
- Reconocer que no se tiene el control de la situación
- Evitar pensamientos catastróficos
- Mantenerse informado por fuentes oficiales
- Buscar un lugar que brinde seguridad
Después de un sismo se recomienda:
- Conversar lo qué se siente al haberlo experimentado
- Evitar la sobreinformación
- Pasar más tiempo en familia
- Realizar actividades que ayuden a despejar la mente
- Practicar técnicas de relajación y ejercicio físico
La tremofobia se enmarca dentro de lo qué se conoce como “fobias simples” así como es el caso de la fobia a los payasos, espacios cerrados o insectos. La tremofobia afecta al 4% de la población mexicana, después de un terremoto entre el 2.5% y el 3.5% de los afectados llegan a padecer estrés postraumático.