El virus de la inmunodeficiencia humana, mejor conocido como el VIH, y causante del SIDA aparece por primera vez en 1981. La enfermedad, hasta hace una década considerada como letal, ha registrado muchos avances con respecto a su tratamiento y esperanzas de vida para quienes se contagian. Sin embargo, todavía no hay una cura para evitar esta infección de transmisión sexual.
Bill Gates, a través de la fundación que dirige con su esposa, Melinda, invirtió millones de dólares en un centro de investigaciones que trabaja en el desarrollo de una vacuna para evitar el cotagio de VIH.
Uno de los métodos de prevención más populares en el mundo es la profilaxis previa a la exposición (PrEP), que puede ayudar a prevenir la infección por el VIH. No obstante, reduce el riesgo de contraer la enfermedad en un máximo del 90%, que es bastante elevado, pero no lo suficiente como para dejar “en el pasado” la enfermedad, como quiere Bill Gates.
La fundación de Bill y Melinda Gates dio un subsidio al investigador Rogier Sanders, del UMC de Ámsterdam, en Países Bajos. Es muy complejo el trabajo que tienen por delante, pero aseguran tener buenos avances en el desarrollo de una vacuna.
“Esperamos desarrollar una vacuna preventiva diseñando y probando inmunógenos que induzcan la producción de anticuerpos neutralizantes. Hasta ahora, nadie lo ha conseguido. Todas las vacunas que han fracasado hasta ahora no han sido capaces de inducir anticuerpos neutralizantes, y mucho menos anticuerpos ampliamente neutralizantes. Pero hay progresos muy agradables en comparación con estos estudios anteriores”, dijo Rogier Sanders.