Tapachula, Chiapas.- Una negligente intervención médica, dejó en la orfandad a una niña de 11 años y entristeció la vida de una familia, esta es la historia de Carlos Alberto Hernández Escobar quien narró desde que llevó a su esposa al Hospital General de Tapachula para que la atendieran de una molestia en la vesícula, pero nunca se imaginó que la llevaba a su destino final.
Carlos Alberto contó que el miércoles 23 de noviembre su esposa Ana Gabriela López Niño de 29 años de edad, comenzó a presentar fuertes dolores en el área abdominal, por lo que fue llevada de inmediato al Hospital General de Tapachula, donde después de una valoración, ese mismo día fue intervenida quirúrgicamente, por unos pasantes bajo la supuesta supervisión de un doctor, sin embargo, el resultado fue contraproducente.
Estuvo bajo supervisión médica el jueves, viernes y parte del sábado, por lo que a pesar de que Ana Gabriela seguía con fuertes malestares, los doctores del Hospital General de Tapachula, la dieron de alta, aunque Carlos Alberto nunca estuvo de acuerdo que la sacaran del hospital pues ella continuaba con los malestares de la operación.
No pasaron ni 24 horas del alta de Ana Gabriela cuando el domingo fue llevada nuevamente porque su estado, para sus familiares era crítico, entonces la volvieron a recibir y la pusieron en una camilla, pero ella continuaba con dolores y vómito, por lo que, angustiado, Carlos Alberto, fue a ver a los médicos para que llegaran a atenderla, pero su petición fue negada debido a que todo el personal médico se encontraba viendo un partido de fútbol del mundial.
Al ver que su esposa casi no podía respirar, Carlos Alberto suplicó nuevamente que la atendieran fue cuando los médicos le pusieron un suero y prepararon una nueva alta el lunes 28 de noviembre, esta vez, falsificando la firma de Carlos Albertos en un documento donde según él pedía voluntariamente su salida.
Ese fatídico día lunes Ana Gabriela salió del hospital a las 9 de la mañana, y a las 2 de la tarde murió en su domicilio, dejando, como ya se dijo, a una hija de 11 años, un esposo desecho, una familia indignada por el mal trato del personal del Hospital, tanto médico como humano.
Carlos quiso hacer público el caso de su esposa porque no ha encontrado una explicación médica por qué su esposa murió en manos de los doctores del Hospital General de Tapachula, este nosocomio que cuyo mote de “El Hospital de la Muerte”, lo ha comenzado a retomar bajo la dirección de Omar Gómez Cruz.
Pide justicia y cárcel para los médicos y enfermeros negligentes que dejan la vida de sus pacientes en manos de pasantes y que les importa más un partido de fútbol que el estado de una persona que llegó de urgencia, ahora los habitantes del Ejido Faja de Oro, donde vivía Ana Gabriela, piensan movilizarse para externar su repudio a la atención que ofrece el Hospital General de Tapachula.