El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, recientemente advirtió que el mundo debe estar preparado para próximas pandemias y evitar lo que se vivió al enfrentar al Covid-19. El especialista recalcó que los países deben prevenir para responder de forma decisiva, colectiva y equitativa.
Aunado a esto, el ya mencionado alertó que “sigue existiendo la amenaza de que aparezca otro patógeno con un potencial aún más mortífero”, además de que “las pandemias están lejos de ser la única amenaza a la que nos enfrentamos”.
“Necesitamos un compromiso generacional de que no volveremos al viejo ciclo de pánico y negligencia que dejó vulnerable a nuestro mundo, sino que avanzaremos con un compromiso compartido para hacer frente a amenazas compartidas con una respuesta compartida. Por eso decimos que la pandemia es un compromiso generacional: un compromiso de esta generación es importante porque esta generación experimentó lo terrible que puede ser un pequeño virus”, comentó Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Sin embargo, hay quienes advierten que la próxima pandemia será de salud mental. La secretaria general de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS), Gina Magnolia Riaño Barón, quien estuvo presente en el XIII congreso de prevención de riesgos laborales en Iberoamérica, señaló que se debe prestar atención a lo que está ocurriendo en el entorno laboral derivado de las consecuencias que provocó la contingencia sanitaria por Covid-19, y es que lo ocurrido provocó una “acumulación de acontecimientos traumáticos”.
“Hay una mayor vulnerabilidad de los trabajadores, que se sienten más inseguros, que enfrentaron un desafío enorme con la pandemia de no saber qué iba a pasar y esto dejó un impacto y un dolor muy grande en las sociedades. Estábamos en la etapa de recuperación y llegaron otros retos y desafíos”, expresó en entrevista para Europa Press.
Al punto de vista de la experta se suman datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y es que se estima que tanto los casos de depresión, así como los de ansiedad, se dispararon 25 puntos porcentuales derivado de la pandemia.
En declaraciones publicadas por El Economista, Jorge Gutiérrez Siles, consultor senior de la firma Kaysa, expresó: “Buscar el equilibrio entre la vida laboral y personal es visto como una falta de dedicación al trabajo, no hay límites claros para la desconexión. También hay una inadecuada percepción de la prevención de la salud mental, el tema se ha psicologizado y pensamos que esto es igual a tener un servicio de psicología. A eso hay que agregar una falta de compromiso empresarial con la seguridad y salud en el trabajo”.