Incapacidad de aprender, planear y coordinar movimientos, son solo parte de los daños irreversibles que genera el uso de inhalables a largo plazo, así lo informó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
El funcionario de salud explicó que el consumo de drogas inhalables trae consigo afectaciones en el corazón, riñones, hígado y músculos, así como la disminución del oxígeno que llega al cerebro y causa efectos adictivos, de perturbación del aparato sensorial, del reconocimiento de personas, de la capacidad de concentrarse y de conducir el pensamiento.
En conferencia de prensa el subsecretario destacó que se consume principalmente en tres presentaciones las cuales se encuentran en productos de uso común, tales como disolventes, presentes en el thinner, pegamentos, acetona y marcadores permanentes.
También resaltó la circulación del cloroformo, anestésicos y gasolina, además de los aerosoles como el spray para el cabello, pinturas en aerosol y cera para muebles.
De todos estos, el 90 por ciento del consumo se concentra en solvente, thinner y PVC. Los inhalables son la segunda sustancia de inicio después de la marihuana. En tanto, el 84 por ciento de quienes consumen inicia antes de los 19 años.
El subsecretario señaló que la adicción a las drogas no es exclusiva de un estrato social; las personas pueden tenerla en cualquier grupo y condición socioeconómica.
Explicó que los patrones de inicio de consumo se basan en la necesidad de pertenecer a un grupo de personas, la búsqueda de confianza y de lazos comunitarios, además de sentir un falso efecto de poder.
Advirtió que “vivir en entornos de violencia, vulnerabilidad socioeconómica y falta de seguridad son factores de riesgo para acercarse a las drogas”.