Para garantizar el cumplimento de las normas sanitarias, la Comisión Interinstitucional para la Regulación de Centros de Sacrificios, integrada por la Secretaría de Salud Estatal, DIPRIS, Secretaría del Campo, SENASICA y SADER, visitó el Rastro de Tapachula, quienes recorrieron las instalaciones y constataron el cumplimiento de la norma que regula las actividades de sacrificio.
En entrevista, el director del rastro de Tapachula, Jorge Ortiz Arévalo, informó que el objetivo de estas revisiones es que se cuente con lo indispensable para realizar los sacrificios, de los cuales, se tuvo una buena calificación, solo se hicieron observaciones mínimas de la pistola de sacrificio, pintas algunas áreas y detalles del piso, que en breve se solventarán al 100 %.
Mencionó que una vez que queden solventados los puntos pendientes, se convocará a los medios de comunicación locales, para exponer el cumplimiento completo de la norma que exigen las autoridades sanitarias y que la población sepa que consumir la carne proveniente del rastro significa garantía en la salud.
Afirmó que, es necesario que las autoridades constituidas en esta comisión interinstitucional, continúen haciendo estas revisiones para corregir errores y estar acorde al cumplimiento de la norma, sin embargo, lamentó que, aunque en el rastro se cuiden los procesos de sacrificio y distribución de carne, en los centros de abasto, se continúa comerciando carne de dudosa procedencia.
Agregó que el rastro de Tapachula, sacrifica en promedio 200 reses a la semana, que significa un 40 % de lo que se consume en Tapachula y el resto proviene de contrabando de Guatemala, mataderos clandestinos y de municipios cercanos, poniendo en riesgo la salud de la población.
Puntualizó que es importante que las autoridades continúen con las inspecciones y hagan operativos con las autoridades ministeriales para frenar la comercialización clandestina de la carne, ya que a pesar de que hay denuncias, no se ha hecho nada al respecto.