Las olas de calor con altas temperaturas y el calor extremo o excesivo pueden hacer que los niños se enfermen muy rápidamente de varias maneras.
La intensas jornadas de calor o exposición al sol pueden causar deshidratación, agotamiento por calor, calambres por calor, insolación y golpe de calor lo cual es una emergencia médica.
Las altas temperaturas también pueden contribuir a la irritabilidad tanto de los niños como de sus cuidadores. Y con el aumento del calor extremo en algunas áreas debido al cambio climático puede también llegar a causar angustia emocional en os menores.
Para proteger a los pequeños del calor se recomienda hidratarse, buscar estar bajo la sombra, vestir con ropa fresca y colores claros, así como planificar con anticipación las salidas o paseos por los días consecutivos de calor intenso.
De esta manera, se recomienda no dejar a los menores de edad en un automóvil, ya que el interior del auto puede calentarse peligrosamente en poco tiempo, incluso con las ventanas abiertas.
En caso de presentar algún síntoma como sensación de desmayo, cansancio extremo, sed intensa, respiración más rápida o más profunda de lo normal asistir al pediatra para una valoración.