La falta de confianza en Santos Laguna es tan evidente que, incluso, los Guerreros se notaban incómodos con la pelota durante los primeros minutos del partido. Santos no tuvo forma de ver la luz frente a un Mazatlán que parecía ambicioso, pero falto de ideas en el Territorio TSM.
Ocejo fue el elemento que más parecía atreverse a algo diferente durante la primera mitad, aunque sus intentos no alcanzaban a entrar a la portería e incomodarr de más al portero Hugo González. La falta de goles en ambos bandos hizo que el letargo fuera casi insoportable en Torreón en una tendencia que se extendió hasta el complemento.
Los dirigidos por Ignacio Ambriz parecían acordarse que tenían algo de alma en el Clausura 2024, a pesar de que ya hay mucho tiempo de por medio desde que La Laguna era un terreno asfixiante para los equipos que lo visitaban, casi una garantía de tres puntos para los Guerreros. Ahora, la prioridad es, al menos, acordarse de generar peligro y aspirar al gol.
A los 54′, Santos Laguna por fin se encontró con una buena oportunidad de recuperar algo de orgullo con una buena jugada en donde Bruno Amione cerró una pinza para poner su primer gol como albiverde y, de paso, romper una sequía de cuatro partidos sin poder anotar por parte de los coahuilenses.