El Consejo Universitario de la UNAM aprueba reformas al Estatuto General para declarar la nulidad absoluta de certificados, títulos profesionales y grados, cuando los requerimientos académicos y éticos no hayan sido cubiertos de forma cabal.
Las reformas incluyen la obligatoriedad para que los estudiantes firmen la protesta universitaria de integridad y honestidad, y se establece la responsabilidad de los profesores en la supervisión y seguimiento de pruebas, exámenes, tesis, trabajos y artículos académicos.
Además, se contempla la expulsión definitiva de la Universidad para aquellos casos que ameriten gravedad y se prevé que en situaciones en que se anule un título, el o la estudiante podrá optar por alguna otra forma de titulación.
Estas reformas contienen mecanismos de prevención y sancionatorios que representan una respuesta contundente a la problemática que se vive actualmente en las instituciones de educación superior.
La comunidad universitaria, así como la sociedad en general, han visto con buenos ojos estas medidas, salvo que, no se tocan los temas álgidos que en los últimos meses pusieron en el ojo del huracán a la institución, con el caso Yasmín Esquivel (información de poderciudadano.tv).