Bertha Becerra | El Sol de México
La producción de maíz en México se redujo entre 40 y 50 por ciento durante 2023, advirtieron líderes del sector agrícola, quienes alertaron sobre una dependencia mayor de la importación de granos, pues la sequía, la falta de apoyos para el campo y de precios de garantía justos, además del costo de los insumos, obligan a los productores a dejar de sembrar o cambiar sus cultivos a productos más atractivos, como las berries o el aguacate.
La situación del campo contrasta con las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador, que desde su campaña de 2018 y ya en el Gobierno prometió que México dejaría de importar alimentos y lograría la autosuficiencia alimentaria.
El secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Álvaro López Ríos, señaló que la caída en la producción de maíz fue de 40 por ciento, tanto en la siembra de temporal —que depende de las lluvias— como en la de riego.
Además de la sequía, que durante 2023 afectó 70 por ciento del territorio nacional, otros factores influyeron para la disminución de la siembra de maíz y otros productos alimenticios básicos, como el frijol, trigo y sorgo, como el aumento en precios de combustibles, fertilizantes y los bajos o nulos precios de garantía.
Explicó que para que la siembra de maíz sea un negocio rentable, un agricultor debe obtener 11 toneladas del grano por hectárea, de lo contrario, su ganancia es mínima o de plano no le alcanzará para pagar sus costos de producción.
Además de estos costos, dijo, se añaden los cargos por flete y transporte para llevar el maíz a las zonas comerciales del país, por ello la importancia de los precios de garantía que aseguran al productor ante posibles pérdidas, “pero al quitarse los precios de garantía por el actual gobierno, los agricultores dejaron de sembrar maíz porque no hay seguridad”.
Ante esta situación, el líder de la UNTA, Álvaro López Ríos, acusó que hay un proceso silencioso de reconversión de siembra de granos a producción de berries —fresas, zarzamoras, frambuesas, etc.— y el aguacate, que al ser productos de exportación dan buenos rendimientos.
Otros productos cuya producción se desplomó fueron el frijol, del que se dejaron de producir cerca de 300 mil toneladas tan sólo en Zacatecas, Aguascalientes y el Bajío y, a consecuencia de ello, se triplicaron entre enero y octubre de este año el valor de las importaciones que llegaron a 255 millones de dólares. En el mismo periodo de 2022, el valor de las compras de frijol en el exterior fue de 83 millones de dólares, según datos del Banco de México.