Héctor Usla | El Financiero
Petróleos Mexicanos registró ganancias por 25 mil 423 millones de pesos durante el segundo trimestre del año, lo que representó una disminución de 79.7 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, según los reportes financieros publicados en la Bolsa Mexicana de Valores.
La petrolera explicó el menor rendimiento por una baja de 42.5 por ciento de las ventas totales respecto al segundo trimestre de 2022, explicado principalmente por menores precios a nivel mundial de gasolinas, diésel, turbosina, combustóleo y gas natural.
Otro punto en contra para las finanzas de la petrolera fue que se observó un deterioro en los activos fijos por 73.7 mil millones de pesos respecto al mismo periodo del año anterior.
Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, explicó en conferencia con inversionistas que la empresa ha tenido diversas adversidades durante las últimas semanas, sin embargo, son situaciones que se dan en todas las industrias de alto riesgo.
El directivo resaltó que Pemex cuenta con el apoyo del Gobierno Federal para seguir haciendo frente a sus obligaciones financieras.
Puntualizó que, de 2019 a junio de 2023, el Gobierno Federal ha aportado 720 mil millones de pesos a la empresa petrolera, aunque también se le ha brindado apoyo fiscal, como la disminución del pago por el Derecho por la Utilidad Compartida de 65 a 40 por ciento entre 2019 y 2023.
De manera acumulada, Pemex cerró el primer semestre del año con ganancias por 82 mil 159 millones de pesos, lo que representó una disminución de 66 por ciento en comparación del mismo periodo del año anterior.
Al respecto, Oscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad, señaló que más allá de las ganancias que obtuvo Pemex durante la primera mitad del año, lo más preocupante es el deterioro de la deuda, el estancamiento en la producción y la baja de calificación por parte de Fitch y el cambio de perspectiva que aplicó la agencia Moody’s.
El especialista del IMCO también advirtió que un foco rojo hacia el futuro es el estancamiento en la producción petrolera, ya que, aunque se han tratado “mañosamente” de elevar las cifras de producción sumando los productos condensados, cada vez se ve más lejos alcanzar la meta sexenal de 2 millones de barriles de petróleo diarios.