El mes de diciembre está marcado por una de las festividades más importantes para los católicos y prácticamente el mundo entero, se trata del nacimiento del Niño Dios que nos llevan al misterio de la fe.
La representación del niño Jesús no debe faltar en ninguna casa el día 24 de diciembre para alabarlo al momento de nacer.
Su nacimiento recuerda lo que significa su venida al mundo, de ahí la importancia de acostar al Niño Dios en el Nacimiento. Esta ceremonia se realiza en familia y es uno de los momentos más emotivos de la Navidad porque representa su llegada a nuestro hogar.
Muchas familias acostumbran a manera de ritual entonar algún villancico y al finalizar todos se dan un abrazo de paz.
La Navidad es una fecha de felicidad, paz y amor, porque el nacimiento de Jesús muestra el gran amor de Dios, que se hizo mortal y habitó entre nosotros.
Es en esta fecha cuando se celebra la presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo y el gran amor de Dios por los hombres.