El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), denunció que “la situación de violencia feminicida en México es alarmante y está afectando desproporcionadamente a las mujeres. En 2012 fueron asesinadas seis mujeres cada día, situación que se ha incrementado a diez mujeres asesinadas diariamente en México durante este año”.
En este mismo sentido, señalaron que “los feminicidios muestran una creciente conexión con casos de desaparición, y estas desapariciones, a su vez, pueden estar vinculadas con delitos como la trata, generando una red de violencias que atentan contra la integridad de las mujeres”.
Datos recabados por el OCNF, exponen que “en un lapso de poco más de tres meses, se documentaron 303 casos de violencia feminicida, de los cuales el 70% correspondían a feminicidios, el 20% a desapariciones, el 4% a casos de violencia sexual, y solo se registraron 2 casos de sobrevivientes de feminicidios”. Además, el “81% de los casos enfrentaron obstáculos en el acceso a la justicia, y solo el 19% resultó en la condena del agresor. La mayoría de las mujeres afectadas tenían entre 20 y 30 años de edad”.
Dentro de los principales retos que enfrenta México en la erradicación de la violencia contra la mujer, el OCNF destacó “la falta de registros claros sobre la magnitud de la violencia contra las mujeres y las deficiencias en los registros de desapariciones, feminicidios y otros delitos”. Aunado a esto, enfatizaron que “mecanismos de protección, como la Alerta de Violencia de Género, son deficientes, con procesos burocráticos que limitan su efectividad”.
En este mismo tenor, comunicaron que “las fiscalías y jueces muestran resistencia y carecen de perspectiva de género para investigar y juzgar los delitos contra las mujeres. De acuerdo con cifras documentadas, menos del 25% de los feminicidios han terminado en una sentencia condenatoria, lo que significa que en México, la impunidad en los delitos de feminicidio es del 76 por ciento”.
El OCNF advirtió que “el contexto de permisividad e impunidad en los delitos que se cometen contra las mujeres sigue presente, lo que contribuye a fortalecer la creencia generalizada de que la vida de las mujeres carece de valor. Es necesario resignificar las actitudes machistas y patriarcales”.
Ante la crítica situación del país, se hizo un “llamado enfático a aquellos que aspiran a gobernar este país, instándolos a designar autoridades comprometidas de manera genuina con la obligación de garantizar la integridad y la vida de las mujeres. Asimismo, es imperativo que presenten propuestas sólidas para abordar la crisis de violaciones graves a los derechos humanos de las mujeres”.