A través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) se tendrá un registro pormenorizado del estado de conservación de la pintura mural, estucos y diversos elementos decorativos de la zona arqueológica de Tulum.
La Secretaría de Cultura del gobierno de México informó que, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aplica parte de los recursos del Promeza a esta iniciativa, que está enfocada en atender los bienes asociados a la arquitectura de esta antigua ciudad maya.
Desde hace poco más de una década, las metodologías de registro de las intervenciones y del estado de conservación de estos bienes se habían moldeado a las necesidades de cada temporada de trabajo y a los recursos existentes del proyecto de Conservación e Investigación de Pintura Mural de la Costa Oriental de Quintana Roo.
Actualmente, se trabaja sobre registros gráficos más detallados y precisos de los conjuntos arquitectónicos, edificios, superficies murales y elementos decorativos en fachadas y banquetas, explicó la coordinadora del proyecto de conservación vinculado al Promeza, Patricia Meehan Hermanson.
Expuso que el plan de trabajo prevé intervenciones en siete construcciones: el Templo de los Frescos; el Castillo (la más emblemática de Tulum); el Templo del Dios Descendente; la Casa del Halach Uinik; el Palacio de las Columnas; la Casa del Chultún; y la Torre Norte de la muralla.
“Nuestras prioridades son la pintura mural, los relieves de estuco y aplanados, con o sin color, además de pisos y banquetas. Esto representa una gran oportunidad para el proyecto porque brinda un nivel más homogéneo de conservación a Tulum, además de la sistematización de estas tareas, algo que no habíamos alcanzado por falta de recursos humanos y financieros, y de tiempo”.
De esta manera, comentó que el objetivo es dejar el sitio con un nivel de conservación aceptable y, a partir de ahí, formular planes de mantenimiento a diferentes plazos, incluso resaltó que este proyecto de conservación va de la mano con la estabilidad estructural de las edificaciones.
“Es común (por la proximidad del sitio con el Mar Caribe) la presencia de sales en los aplanados de cal, los cuales se conservan por su gran dureza (debido a que tienen un porcentaje de magnesio), pero también muestran deterioro preferencial en forma de alvéolos, como si fuera un queso gruyer. Otro tema más de conservación es el relativo a la fauna que habita en muros y techos de los edificios, como iguanas y murciélagos”.
La especialista agregó que, para su mejor conservación, se considera el reenterramiento de algunos de estos elementos que se encuentran fuera del ojo público.
La documentación previa de los mismos permitirá ofrecer a futuro imágenes de alta calidad para que sean conocidos, lo que representa un beneficio más del acervo gráfico que constituye esta iniciativa (fuente: luces del siglo.com).