La inflación dio una muestra más de su resistencia a ceder y se aceleró ligeramente a 4.42 por ciento anual en marzo, desde el 4.40 por ciento que anotó en febrero, según datos del Inegi, lo que sugiere un camino todavía largo para el Banco de México (Banxico) en su lucha contra el alza de precios, en medio del inicio de los recortes a la tasa de referencia.
Pese a la aceleración del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el dato resultó por debajo del 4.50 por ciento previsto por el mercado, y si bien analistas ven que el ciclo de recortes a la tasa de interés continúe, hay componentes como los servicios o la no subyacente que pueden frenar las decisiones del banco central.
Un equipo de análisis financiero destacó que las cifras proporcionan cierto alivio a la dinámica inflacionaria, pero que es un reto pendiente el comportamiento de los servicios.
“Después de las minutas con tono restrictivo…, considerábamos que la probabilidad de observar una pausa unánime en la siguiente decisión de política monetaria había incrementado. A pesar de ello, si continuamos observando buenas lecturas de inflación, la probabilidad de una pausa con voto dividido en mayo podría tomar mayor fuerza”, según Finamex.
Sin embargo, el economista en jefe Alejandro Saldaña, recordó que la inflación del primer trimestre del año estuvo en línea con lo estimado por el banco central de 4.6 por ciento anual.
“Esto es un punto interesante, si la inflación presenta una evolución en línea con lo esperado o sorprende a la baja, y si las condiciones financieras son favorables… puede discutirse en mayo un recorte a la tasa”, dijo. Ve por Más prevé que la tasa cierre el año en 9.0 por ciento y Franklin Templeton estima que esté entre 10.00 y 10.25 por ciento.
La inflación acumuló 37 meses por encima del rango objetivo del Banco de México (Banxico) de 3 por ciento +/- un punto porcentual. Deutsche Bank estima que la inflación general cierre el año en 4.50 por ciento.
“Es probable que una dinámica rígida por encima del rango del objetivo sea el resultado de la inercia, la persistente resiliencia de la demanda interna (aunque debilitándose), un mercado laboral ajustado y expectativas inflacionarias obstinadas”, de acuerdo con la empresa financiera.