El cáncer de próstata es un tumor maligno que crece fuera de control en la glándula prostática. A nivel mundial, es la causa más frecuente de mortalidad en los varones.
De acuerdo con datos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), este tipo de cáncer es la primera causa de enfermedad y muerte masculina. En México, cada año mueren alrededor de siete mil personas.
Este padecimiento es de lento crecimiento, no presenta síntomas en etapas tempranas y su diagnóstico es más común en hombres de más de 65 años. Cabe destacar que el riesgo de desarrollar este cáncer aumenta con la edad.
Si esta enfermedad es diagnosticada de manera temprana y es tratada en sus etapas iniciales, es curable en 85% de los casos.
Los factores de riesgo son antecedentes de cáncer de próstata en familiares cercanos o tener más de 45 años.
También existen factores de riesgo modificables, tales como el consumo en exceso de carne roja y productos lácteos, beber alcohol, fumar y tener obesidad o sobrepeso.
Los síntomas de este tipo de cáncer son:
- -flujo de orina débil o interrumpido
- -ganas repentinas de orinar y aumento de la frecuencia
- -dificultad para iniciar el flujo de orina y para vaciar la vejiga por completo
- -dificultad para tener una erección
- -presencia de sangre en la orina o el semen
- -dolor de espalda, las caderas o la pelvis, que no desaparece
Al ser una enfermedad silenciosa en su fase temprana, se recomienda a los hombres mayores de 45 años realizarse anualmente el estudio de Antígeno Prostático Específico y exploración física. Si hay antecedentes en familiares con este tipo de cáncer, los estudios se deben de realizar a partir de los 40 años.
Se recomienda hacer lo siguiente: –
- -Disminuir el consumo de carnes rojas o productos lácteos
- -Mantener un peso saludable
- -Aumentar el consumo de productos vegetales como frutas y verduras
Si presentas algún síntoma, acude a tu unidad de salud más cercana.
Recuerda que la detección oportuna del este padecimiento permitirá tener un tratamiento curativo antes que un paliativo, ya que el cáncer en etapas avanzadas no es curable, sólo controlable.