El acrópolis del antiguo sitio maya Edzná, en el sureste de México, impresiona por su grandeza en un punto escondido en medio de la selva. Este lugar es de los más visitados de la Península de Yucatán y del país. Un atractivo turístico importante para la economía nacional.
Al entrar al sitio arqueológico descubierto en 1907, llama la atención un letrero que dice: “A partir de 1986 se impulsó un programa con fondos de la comunidad internacional para emplear a refugiados guatemaltecos en los trabajos de mantenimiento, excavación y restauración”.
Si bien la exploración del sitio inició en 1928 y algunos trabajos de excavación siguieron 30 años después, el lugar fue rehabilitado por el equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a mediados de los años 80, con el apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), y posteriormente con la Unión Europea.
La directora del Centro INAH en Campeche, Adriana Velázquez Morletm, explicó que fue un proyecto que terminó casi en el año 2000 en donde se generaron fondos para la restauración arqueológica de diferentes estructuras del sitio. Se exploraron y se restauraron diferentes edificios del sitio y en este proceso participaron tanto refugiados guatemaltecos como trabajadores mexicanos.
La Guerra Civil en Guatemala a principios de los años 80 provocó que miles de guatemaltecos huyeran de su país. A partir de 1981 inició el arribo masivo de los refugiados guatemaltecos a México.
Se estima que alrededor de 46 mil guatemaltecos se refugiaron en distintos asentamientos en el estado de Chiapas, particularmente en los municipios de Las Margaritas, La Independencia, La Trinitaria y Frontera Comalapa.
También se tiene reporte de personas que llegaron a los municipios de Maravilla Tenejapa, Marqués de Comilla y Benemérito de Las Américas.