Mike Pompeo, exsecretario de Estado de Estados Unidos, publicó su libro “Never Give An Inch” (Nunca cedas una pulgada), mismo en el que relata algunas de sus vivencias a lo largo de su carrera política. Entre las páginas de su libro, resalta el nombre del actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, quien presuntamente le habría solicitado mantener en la sombra los detalles del programa “Quédate en México”.
Pompeo, escribió que “el plan de Ebrard era simple: México aceptaría en privado permitir que Estados Unidos devolviera a casi todos los migrantes que transitaban por México a Estados Unidos para solicitar asilo. Su principal petición fue la siguiente: Él no firmaría nada y no habría ningún anuncio público sobre este plan”.
A lo anterior, el ya mencionado agregó que el actual canciller mexicano incluso buscó ocultarlo de la entonces embajadora Martha Bárcena, ya que Pompeo aseguró que “ella se oponía radicalmente a siquiera pensar en un concepto así”. “Hicimos todo lo posible durante nuestras discusiones para mantenerla en la oscuridad”, comentó el ya mencionado.
Marcelo Ebrard, respondió a las acusaciones del exsecretario de Estado de Estados Unidos, recalcando que lo afirmado por Pompeo se trata de “una campaña basada en ideas antimexicanas que buscan presentar a nuestro país como una amenaza ante la cual hay que construir un muro”. El canciller mexicano, enfatizó que las discusiones con funcionarios extranjeros, se “informan y consultan con el presidente de la República y con el Senado y son dadas a conocer a la opinión pública”.
El servidor público sostuvo que “el objetivo central de la administración Trump fue siempre la firma de un acuerdo de tercer país seguro, que obligaría permanente e inflexiblemente a otorgar asilo o deportar a todos los extranjeros que buscaran protección en EE.UU. tras pasar por México”.
Dentro de los puntos más relevantes de su posicionamiento, Ebrard relató que “en la reunión referida por Pompeo el 15 de noviembre de 2018 en Houston, contrario a lo que se ha señalado por personas ajenas a la discusión, el propio ex secretario confirma que no se aceptó acuerdo alguno, sino que se escuchó la posición estadounidense de crear por completo los puertos de entrada y devolver a los solicitantes de asilo a la frontera sin nuestra cooperación. Esto, si no se aceptaba un acuerdo de tercer país seguro”.
En el documento publicado en sus redes sociales oficiales, el servidor público sostuvo que “la postura del gobierno de México fue y continúa siendo la de rechazar la firma de un acuerdo bilateral” que comprometa a México de manera permanente, por lo que se invita a Estados Unidos a asumir sus decisiones en materia migratoria.
El titular de la SRE defendió que desde ese momento se le pidió a Estados Unidos “invertir en el sur de México y en el norte de Centroamérica”, esto aunado a atender las causas de raíz de la migración, refiriéndose sobre todo a la pobreza, así como el “crear vías regulares y seguras de movilidad, como se ha logrado ahora con la administración del presidente Joseph Biden, con el resultado de ordenar y humanizar la migración”.