Hasta los descubrimientos genéticos del investigador Carlos Castillo Morales, se consideró que la tortuga laúd era la única especie de la familia Dermochelydae que se separó del resto de las tortugas marinas hace poco más de 120 millones de años, pues el científico del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) encontró que al menos en las playas de México la historia parece ser distinta.
El investigador relata que cuando llegó a tomar muestras genéticas y comenzó las entrevistas con la gente en Barra de la Cruz, le sorprendió que hablaran de dos variaciones de tortuga.
“Francamente pensé que estaban confundidos, pero cuando realicé mis análisis genéticos, me di cuenta que quienes estábamos confundidos éramos los investigadores modernos”, dijo.
Esta tortuga es una de las especies migratorias más antiguas del mundo y sus poblaciones se encuentran en peligro de extinción en el océano Pacífico Oriental Tropical, que comprende desde el sur de Baja California hasta el norte de Perú; estas suelen desovar en playas de Oaxaca y Chiapas.