El director general del Sistema de Agua Potable de León (Sapal), Enrique De Haro Maldonado, confirmó que en un periodo de dos años han clausurado 93 empresas de las cuales el 90 por ciento corresponden al sector curtidor.
El funcionario municipal dijo que hoy día están enfocados en la revisión de las curtidurías para reducir las malas prácticas que afectan la operación del servicio de agua tratadas.
Además que los curtidores están desperdiciando el Programa de Regulación Ecológica.
“A pesar de que estamos poniendo agua tratada de muy buena calidad, puede ser que alguien tenga un proceso muy especial y no le sirva nuestra agua, eso está bien.Pero hay otros procesos que sabemos que si les sirven y no la están utilizando es señal para mí que hay un cierto clandestinaje”, reveló.
“A pesar de que estamos poniendo agua tratada de muy buena calidad, puede ser que alguien tenga un proceso muy especial y no le sirva nuestra agua, eso está bien.
Pero hay otros procesos que sabemos que si les sirven y no la están utilizando es señal para mí que hay un cierto clandestinaje”, reveló.
Entre las causas sancionadoras, destaca la negativa de permitir el acceso a inspectores del Sapal para tomar muestras del agua que utilizan, o bien, tienen adeudos por el servicio.
Desde Sapal continúan haciendo mediciones, independientemente de que quieran estar en el programa de Regularización Ecológica.
Lo que ayuda a saber cuánta agua está descargando cada industria.
“Hoy en día debemos de tener 91 (curtidores) inscritos en el programa de regularización ecológica y pues deberán de quedar fácil unos 200 todavía, que depende del proceso en el que están.Por ejemplo, si están en proceso seco pues no tiene caso, pero si están en proceso completo ahí es donde estamos trabajando porque sí están utilizando mucha agua”, explicó.
“Hoy en día debemos de tener 91 (curtidores) inscritos en el programa de regularización ecológica y pues deberán de quedar fácil unos 200 todavía, que depende del proceso en el que están.
Por ejemplo, si están en proceso seco pues no tiene caso, pero si están en proceso completo ahí es donde estamos trabajando porque sí están utilizando mucha agua”, explicó.
Así también, reconoció que sí han detectado casos de curtidurías que en sus descargas superan los niveles de diferentes químicos regulados por Sapal.
“Lo que hacemos en este sentido son estudios, brindarles herramientas de qué hacer al interior de sus empresas para que empiecen a cumplir; estas situaciones las tienen que meter al costo de sus procesos”, dijo.
Adelantó que en los casos que las empresas no se quieran adherir a este programa, se les colocarán medidores de descargas y el precio por el saneamiento no tendrá un descuento, a diferencia de quienes sí están en el programa.