Tres pescadores se quedaron a la deriva durante más de 24 horas, debido a una falla en el motor de su lancha y aunque los protocolos de las autoridades marcan que deben pasar 48 horas para salir en su búsqueda, compañeros de oficio lograron encontrarlos y remolcarlos a tierra.
Los tres pescadores desaparecidos que salieron del puerto de Seybaplaya, y que presuntamente lo hicieron antes del ingreso del mal tiempo, al llegar a tierra explicaron que se quedaron a la deriva al fallar el motor.
Juan, Omar y Edwin, salieron a la mar y debieron haber regresado la tarde del pasado martes, situación que no ocurrió y por ello sus familiares utilizaron las redes sociales para pedir auxilio de las autoridades, cuya respuesta no fue la que esperaban, ya que debían esperar al menos 48 horas para aplicar los protocolos.
La esposa de Juan Trejo, uno de los pescadores náufragos, explicó que el grupo debió llegar a tierra firme la tarde del martes, aunque no definió cuándo salieron a la mar mientras que de los otros dos pescadores, sólo fueron identificados como Omar Perera y Edwin, uno de ellos, originario de Champotón.
Ante esta situación, los familiares pidieron a las autoridades de la Marina y el API para llevar a cabo las labores de búsqueda y rescate, pero no hubo respuesta inmediata por lo que se fueron con los compañeros pescadores.
Uno de ellos salió en su búsqueda leugo de hacer contacto con los pescadores por medio de su celular, por lo que los remolcaron hasta las costas de Seybaplaya donde decenas de personas aguardaban en el malecón de la ciudad.
Detallaron que fueron fallas en el motor fuera de borda de la embarcación lo que provocó que se quedaran a la deriva, y en consecuencia, los alcanzara el mal tiempo que los fue arrastrando hacia Champotón.
Pero lograron recibir una llamada a su equipo celular para poder determinar su ubicación pero el norte ingresó es por ello que optaron por resguardarse y a base de gareteo lograron controlar la lancha.
Por suerte esta historia terminó con final feliz, ya que el año pasado los pescadores desaparecidos fueron encontrados sin vida, pero queda en evidencia que los protocolos de búsqueda de las autoridades son obsoletos, ya que no salen a la mar cuando su responsabilidad es ofrecer ayuda dentro y no fuera.